El Ilustre Colegio de Abogados de Las Palmas se creó en la segunda mitad del Siglo XVIII, para congregar a unos profesionales que ya venían ejerciendo en la ciudad desde principio del siglo XVI.
A lo largo de todo este tiempo, el deseo de los abogados de Las Palmas de constituirse en Colegio se consideró como una anhelada meta por la que trabajaron y lucharon durante largos años, hasta alcanzarla en 1.766. Nuestros abogados deseosos de formar colegio, ordenaron sus estatutos y constituciones, estableciendo las reglas que contemplaron convenientes para su buen régimen y gobierno. En tal empeño, se dirigieron a la Real Audiencia, para que nombrase a uno de sus Ministros que asistiese y autorizase la primera Junta. Fue designado para este eventos el Decano del citado Tribunal y a su casa acudieron los abogados, el día 9 de diciembre de 1.763, y en ella se dio lectura a los Estatutos, que no fueron aprobados hasta 1.766.
Se conserva en el archivo de nuestro Colegio, un manuscrito llamado Códice Carolino, que comprende los documentos de mayor interés para la historia de la primera época del gremio. Se trata de la disposición más antigua sobre el Colegio y podemos dividirla en dos partes: un Preámbulo que recoge el deseo de los abogados de Las Palmas de erigir su sede colegial; y por otro lado transcribe las Ordenanzas o Estatutos aprobados.
El Ilustre Colegio de Abogados de Las Palmas es, hoy en día, una institución moderna que representa y defiende nuestra profesión, adaptada al contexto actual de cambio y que aspira a ser la casa de nuestros colegiados/as, ofreciéndoles soporte y servicios en su labor diario.